Después de bastante tiempo calladita, ha llegado el momento de volver a la carga. Tengo muchos proyectos en la cabeza, ideas nuevas que algún día saldrán y que algunos de vosotros ya conocéis y el resto, lo haréis cuando llegue el momento. Pero quería dar las gracias a quiénes me apoyan siempre, me dan ese empujón que tanto miedo me da pegar y me animan 😉 Pero bueno… que no me quiero poner sentimental asi que, para empezar la rutina bloguera, os he querido deleitar con una receta que llevaba tiempo rondándome la cabeza y que este fin de semana he tenido la oportunidad de hacerla! Es la tarta de manzana que venden en cualquier horno, con crema y rodajitas de manzana. Es un poquito costosa de hacerla, pero pienso que merece la pena y, aunque es más cómodo bajar al horno y comprárla, no lo es igual de gratificante.
Personalmente, la manzana es una de las frutas que más me gustan y una de las cosas que no podía disfrutar cuando me estaba arreglando la boca, era el placer de morderla de un solo bocado… imaginaos lo primero que hice cuando terminé… ¡hincarle un buen bocado! Además, es una tarta que se hace ligera, no empalaga y como no necesita reposo, se hace en un momento porque no necesita, como en la mayoría de tartas, las 24 horas de antelación para que esté bien buena, metidita en el congelador. Por ello, si tenéis alguna visita de improvisto el mismo día, es una opción estupenda. En cuanto a los ingredientes son poco y el tiempo para hacerla puede ser una media horitas, más el tiempo de cocción. Os aconsejos que en este último paso, no le he hecho caso a la receta original (sacada de pequeocios) ni a la caja del hojaldre, ya que al menos mi horno, ha necesitado el doble de tiempo! Y que decir también, que al principio se me quedó cruda, la volví a poner y la fuí vigilando, estad atentos porque cada horno, por lo que veo, se toma su tiempecito…
Ingredientes
1 lámina de hojaldre
3 manzanas medianas (peladas)
1/2 de leche
3 yemas de huevo M
120 gr. de azúcar blanco
1 cucharadita de esencia de vainilla
40 gr de harina fina de maíz (maicena)
La piel de un limón
Mermelada de melocotón
Pasos para su elaboración
1. Lo primero que vamos a hacer es la crema de la tarta. Para ello, mezclamos las yemas de los huevos con la harina y 150 ml. de leche. Una vez lo tengamos bien mezclado, reservamos.
2. La leche restante, 350 ml, la añadimos en un cazo junto con la piel del limón y lo llevamos a ebullición. Una vez coja fuerza, bajamos la intensidad del fuego y añadimos la mezcla que teníamos reservada del paso anterior. Para evitar los grumos que salen una vez mezclas, nos ayudamos con una varillas para disolver bien cualquier grumo que surja. Mezclamos bien y una vez esté todo homogéneo, apagamos el fuego y reservamos para que enfríe un poco. Yo lo dejé unos 15 minutos reposando.
3. Con las láminas de hojaldre descongeladas, las cortamos en cuadros y los bordes de los cuatro lados, los metemos hacia dentro (ver foto).
4. Añadimos en el centro crema y las rodajas de manzanas laminadas.
5. Con la ayuda de un pincel para trabajar en la cocina (de silicona) pincelamos la tarta con mermelada de melocotón que tenemos que calentar un poquito antes en el microondas para que sea más cómoda de poner.