Creo que voy a tomarme enserio el propósito de publicar en el blog una vez al mes, básicamente porque cada vez que lo hago me encanta y disfruto con ello, con esas dos razones ¿necesito alguna justificación más? Eso si, prometer no prometo nada, ya que no sé si lo cumpliré siempre el mismo día (que también debería) o en días diferentes… ¿qué opináis vosotros?
Para hoy, os he preparado un postre que hice ayer, domingo-dominguero y que se hace en no más de 5 minutos (ver la imagen de aqui arriba) y que la verdad, para ser la primera vez que lo he hecho y sin haberlo probado antes… ha volado de la mesa y de los cuencos en menos que canta un gallo. Hoy era un domingo de esos que te levantas,
Ingredientes
1/2 tarrina de queso cremoso (tipo Philadelphia)
Azúcar
125 gr. de nata montada
Sirope de fresa
Nueces, barquillos (decorar)
Pasos para su elaboración
1. En un cuenco mediano, poner el queso y «aplastarlo» un poco con la ayuda de un tenedor.
2. Añadir poco a poco el azúcar. Éste es al gusto, ya que dependiendo del sabor que tenga el queso, se puede poner más o menos azúcar para que sepa más o menos a queso. Esto, depende del gusto de cada uno, ya que a mi me encanta el queso. Id probando con poco y vais probándolo a ver que tal, recordar que al añadir la nata, que también lleva azúcar, puede resultaros demasiado dulzón.
3. La crema de queso junto con el azúcar, mezclarlo bien aunque cuesta un poquito.
4. Incorporar la nata montada, sobre medio bote.
5. Poner en diferentes cuencos siropre de fresa. Yo he intentado mover en cuenco en círculos para que el sirope se quedase también sobre los laterales y no sólo abajo.
6. Repartir la crema en los cuencos. Recordar que es una crema que puede llegar a empalagar un poco, por lo que no llenarlos del todo.
7. Meter en la nevera y lo podéis decorara con nueces, galletas de barquillo o todo lo que se os ocurra!
Venga, animáos a hacer el postre para hoy… corred, corred!
